En esta nueva entrada, me gustaría hacer una reseña histórica sobre el deporte adaptado, al finalizar se expondrá la bibliografía que he utilizado para llevarlo a cabo. Con la intención de situarnos en el momento histórico de cómo nació el deporte adaptado y a lo que ha llegado en nuestros días. Es un trabajo de recopilación de información. A continuación, expongo como dicho deporte adaptado se va integrando poco a poco en las diferentes leyes educativas españolas a través de la asignatura de Educación Física. Espero sea de vuestro agrado, estoy abierta a sugerencias y comentarios o si queréis ampliar información será bienvenida. Gracias, disfrutar de la lectura.
Por: Lorena Abascal González. 2012.
Los antecedentes
históricos de la educación física adaptada los encontramos según Pilar de
Castro, 1999, en el colectivo de las personas sordas por el siglo XIX. Así el
primer club de deportistas discapacitados se funda en Berlín en el 1888. No es
hasta 1918 cuando de manera oficial, cuando se comienza a unir deporte adaptado
a la recuperación de los mutilados por la guerra en los hospitales.
Todos los autores
coinciden en señalar a Sir Ludwing Guttman como el padre del deporte adaptado
ya que, siguiendo a Pilar Castro, en 1944 funda el primer centro monográfico de
Lesionados Medulares en el hospital Stoke Mandeville, en Aylesbury, Inglaterra.
Es por tanto, en 1948,
cuando se celebran los I Juegos Internacionales de Stoke Mandeville,
coincidiendo con los Juegos Olimpicos de Londres. Estos juegos serán los
precursores de los Juegos Paralímpicos actuales.
Al mismo tiempo, 1946,
en EEUU, se funda el primer equipo de baloncesto conocido como “Las sillas
voladoras”.
En 1960, al fundarse la
Organización Internacional de Deportes para Discapacitados, los juegos de Stoke
Mandeville, pasan a ser los I Juegos Paraolímpicos, se celebran en Roma. Esta
organización fija las reglas internacionales para deportistas ciegos, amputados
y paralíticos cerebrales.
En España, según José
Barbero 2002, podemos considerar a los Hogares Mundet, los pioneros en el
deporte adaptado. Ya que Juan Antonio Samaranch, sobre 1956, decidiera crear
allí instalaciones sin barreras, para los afectados por la poliomielitis,
enfermedad predominante de la época.
En 1968, cuando ya a
nivel mundial se celebran las III Paraolimpiadas, en Tel Aviv. En España Juan
Antonio Samaranch crea la Federación Española de Deportes Universitarios (FEDU)
y la Federación Española de Deportes para Minusválidos (FEDM).
En 1972, la Delegación
Nacional de Deportes organiza los I Juegos Nacionales de Minusválidos y España
participa por primera vez en las Paraolimpiadas, que se celebran en Munich,
Alemania, y son las IV.
En las Paraolimpiadas de
1980, se crea el Manual de Reglas de la Federación Internacional de Juegos de
Stoke Mandeville e ISOI. Los deportistas ciegos y paralíticos cerebrales crean
sus propias Federaciones Internacionales. Más tarde en 1982 aparece el Comité
Internacional de Coordinación de Discapacitados, que es sustituido en 1992 por
el Comité Internacional Paralímpico.
La UNESCO en 1976 en su
primera conferencia de ministros y líderes en actividad física concluye que
toda persona, independientemente de sus capacidades o discapacidades tiene
derecho a disfrutar de la educación física y el deporte para el desarrollo de
sus aptitudes física, intelectuales y morales.
En 1985, se acuerda
cambiar la denominación de Paraolimpiadas a Paralimpiadas, suprimiendo la O,
puesto que Olimpiada es una marca registrada.
En las Olimpiadas de
Barcelona 92, se comienza a normalizar el deporte adaptado, coincidiendo en la
misma sede, las Olimpiadas y las Paralimpiadas. Así como los Juegos de
Invierno.
En la actualidad
contamos con 5 federaciones independientes para deportistas discapacitados,
como son la de ciegos, sordos, paralíticos cerebrales, limitados físicos e
intelectuales. Se organizan en torno a su discapacidad, son plurideportivas.
Siguiendo a Alberto Jofre, 2011, director gerente del Comité Paralímpico
Español, la tendencia es la inclusión de los deportes en las federaciones
unideportivas, a día de hoy deportes como el ciclismo, el curling, la hípica, el
tenis, el tenis de mesa, el tiro con arco y la vela, tienen integrado en sus
federaciones a los deportistas paralímpicos, independientemente de su
discapacidad.
Más concretamente el
deporte adaptado a las discapacidades sensoriales se puede concretar según (Sanz Rivas & Reina Vadillo,
2012) en deportes como el judo, el atletismo, la natación, el ciclismo, la vela,
la hípica, el tiro olímpico y el tiro con arco, los bolos, el ajedrez, el
futbol a-5 y el beep baseball, y en deportes específicos como son el goaball,
el torball, y el showdown.
Una vez visto el
recorrido histórico de la actividad física y el deporte adaptado, tomando como
referencia a (Ríos Hernandez, 2007), vemos como los primeros antecedentes de la integración de la educación
física en la educación especial, se pueden encontrar en Seguin (1812-1880), que
fundó un método conocido como método
fisiológico, Mercedes Ríos en su libro Manual
de la educación física adaptada al alumno con discapacidad, 2007, cita los
principios de dicho método, los cuales serían: educación muscular, ejercicios
de respiración y pronunciación, gimnasia de la mano, actividades manipulativas
de la vida cotidiana, imitación impersonal (con relación a objetos), educación
sensorial, montaje (materiales de construcción), orientación espacial (en
diferentes superficies), localización de imágenes, manipulación de juguetes y
educación intelectual[1]. Algunos de estos principios podrían ser perfectamente a día de hoy
contenidos del área de educación física en las escuelas e institutos.
La realidad de la época
ayudo a que empezara a desarrollarse la educación especial como disciplina.
Decroly en el año 1901,
crea el Instituto Laico de Enseñanza Especial para Retrasados, y como señala (Bofil Rodenas, 2008), Decroly le da gran importancia dentro de su método pedagógico al juego
libre y a la estimulación corporal. Lo que comienza a sentar unas bases sobre
la importancia de la actividad física dentro de la educación especial.
La ONU en 1948, publica
la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, en la cual establece la igualdad de derechos entre personas,
tengan discapacidad o no la tengan. Este hecho permite que se comiencen a
incluir en las leyes educativas de todo el mundo la educación especial.
A partir de la década de
los sesenta y más concretamente de los setenta se comienza a cuestionar el
sistema segregado que imperaba y se comienza a plantear un sistema de integración,
pero no es hasta la década de los ochenta cuando se empieza a llevar a cabo.
En el caso concreto de
España, se puede destacar como antecedente de la educación especial el Método oral de Ponce de León para la
educación de los niños sordomudos, por el siglo XVI, pero es un hecho aislado.
No es hasta, el siglo XIX cuando se crean de manera más específica escuelas
para niños y niñas con problemas sensoriales, especialmente sordos.
La conocida como Ley
Moyano, 1857, establece lo siguiente en sus artículos 6 y 108:
“Artículo 6: La
primera enseñanza se dará, con las modificaciones convenientes, a los
sordo-mudos y ciegos, en los establecimientos especiales que hoy existen y en
los demás se crearán con este objeto; sin perjuicio de lo que se dispone en
el artículo 108 de esta
Ley.”
“Artículo 108: Promoverá
asimismo el Gobierno las enseñanzas para los sordo-mudos y ciegos, procurando
que haya por lo menos una Escuela de esta clase en cada Distrito universitario,
y que en las públicas de niños se atienda, en cuanto sea posible, a la
educación de aquellos desgraciados.”
Con lo que se comienza a
reglar la educación para sordomudos y ciegos, pero sólo a los chicos y sin
tener en cuenta a la educación física o actividad física como materia de
enseñanza.
En la Segunda República,
se introduce la especialidad de educación
de anormales en el Plan Profesional de Magisterio. (Ríos Hernández, 2007).
No es hasta el año 1970,
con la Ley 14/1970 de General de Educación y Financiamiento de la Reforma
Educativa, cuando se integra la educación especial como parte del sistema
educativo, como lo señala el artículo 49, uno, de la mencionada Ley. Pero
todavía no incorpora ni la educación física ni la actividad física a la
educación especial.
La Constitución Española
de 1978, establece en su artículo 27, el derecho de todos a la educación y
especifica en el artículo 49, que es necesaria la integración de deficientes.
A raíz de la publicación
de la Constitución, se comienza a legislar en materia educativa y de educación
especial. A modo de síntesis basada en (Gomendio, 2000), vemos como:
La primera ley que
aparece para legislar sobre la integración de la educación especial en la
educación es la Ley 13/1982, de 7 de abril, de Integración Social de los
Minusválidos, más conocida como LISMI, la cual, en la sección tercera, dedicada
a la Educación, indica que el minusválido siempre que sea posible se deberá
integrar dentro del sistema educativo, con las ayudas y apoyos necesarios, sino
es así, será en centros de educación especial, también dice que la
Administración y los Poderes Públicos deben hacer todo cuanto esté en su mano,
para que esto sea posible.
En el año 1985, a raíz
de la publicación de la Ley Orgánica del Derecho a la Educación (LODE), se
publica el RD. 334/1985 de 6 de marzo, de Ordenación de la Educación Especial,
el cual se fundamenta en que en las escuelas ordinarias se facilite la
integración de los alumnos disminuidos, si no es posible que se dote de centros
específicos para el máximo desarrollo de los mismo y que exista una
coordinación eficiente entre centros.
Cinco años más tarde en
1990, se publica una nueva ley de educación, la Ley Orgánica General del
Sistema Educativo (LOGSE) de 3 de octubre, donde uno de los cambios más
significativos es la sustitución de Educación Especial, por Alumnos con
Necesidades Educativas Especiales e introduce las Adaptaciones Curriculares
para los grupos que necesiten una atención individualizada (Ríos
Hernandez, 2007).
En 1995 se publica el
RD. 696/1995 de 28 de abril, por el que se ordena la educación de los alumnos
con necesidades educativas especiales, destacando que se harán las adaptaciones
curriculares que sean necesarias en todas las áreas del currículo para todos
aquellos alumnos o alumnas que lo precisen. Lo que vienen a significar que
ninguna persona está exenta de las clases de educación física en ninguno de los
niveles educativos.
Actualmente la ley
educativa vigente es la Ley Orgánica, de 3 de mayo, de Educación, la cual en su
título II de equidad de la educación, en el art. 71. Principios, establece que todos los alumnos y alumnas deben
alcanzar el máximo de su desarrollo ya sea en el ámbito intelectual, social y
emocional, y serán las administraciones educativas quienes se encarguen de que
esto se lleve a cabo. Entiende por alumno o alumna con necesidades educativas
especiales, todo aquel que en algún momento de su etapa escolar o durante toda
ella requiera apoyos o atenciones específicas derivadas de su discapacidad o
por algún trastorno grave de la conducta. Y hace hincapié, en que la
escolarización debe seguir los principios de normalización e inclusión, siempre
que sea posible.
Todo lo dicho
anteriormente tiene relación con la escolarización en general, la cual he
considerado conveniente relatar puesto que nuestra propuesta partirá de una
actividad extra escolar que puede darse en cualquier centro escolar.
En cuanto a la inclusión
dentro del ámbito deportivo, siguiendo a (Paglilla & Paglilla, 2006), y (Rodriguez Facal, 2006), entendemos el
deporte recreativo como un medio para incluir, para compartir con los demás
vivencias, experiencias y no como una eterna competición en la que solo prime
el éxito, la victoria o el conocimiento individual, a través del deporte
recreativo se pueden trabajar los principios de igualdad, solidaridad,
participación, sin olvidar el esfuerzo o la constancia, aspectos ligados al
deporte competitivo y en algunos casos entendidos como poco educativos.
[1] Información extraida del libro: MANUAL DE EDUCACIÓN FÍSICA
ADAPTADA AL ALUMNO CON DISCAPACIDAD, de Mercedes Ríos
Hernandez, 2007, pp. 113
Bibliografía:
Castro, P. (1999): Los héroes olvidados. Ed. Universidad de Oviedo. Oviedo.
Gomendio,
M. (2000): Educación Física para la
Integración de niños con Necesidades Educativas Especiales. Ed. Gymnos.
Madrid.
Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación.
Paglilla, R., & Paglilla, D. (Agosto de 2006). EFDeportes. Recuperado el 01 de Septiembre de 2012, de www.efdeportes.com: http://www.efdeportes.com/efd99/inclus.htm
Sanz
Rivas, D., & Reina Vadillo, R. (2012). Actividades Físicas y Deportes
Adaptados para Personas con Discapacidad. Badalona: Paidotribo.
Ríos
Hernandez, M. (2007). Manual de Educación Física adaptada al alumnado con
discapacidad. Barcelona: Paidotribo.